¿Qué es la toxina botulínica?
Los neuromoduladores como la toxina botulínica son fármacos que relajan la musculatura. Se utilizan con fines médicos para el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas (migrañas, distonías, parálisis musculares…etc) y en medicina estética para suavizar las arrugas de expresión o arrugas dinámicas. Es un tratamiento muy seguro, prácticamente indoloro y que no requiere baja laboral.
¿Qué se puede tratar con la toxina botulínica?
- Entrecejo
- Frente
- Patas de gallo
- Algunas arrugas peribucales
- Sonrisa gingival
- Bandas platismales del cuello
- La hiperhidrosis o hipersudoración (axilas, manos…)
La técnica consiste en la infiltración mediante una aguja extrafina del medicamento en el músculo de la zona que se desea tratar, produciendo su relajación e inhibiendo el movimiento del mismo. Su aplicación fundamental en medicina estética es el tratamiento de las arrugas de expresión por el movimiento muscular, es decir aquéllas que aparecen en el entrecejo, la frente y el contorno de los ojos principalmente.
Se puede aplicar en personas jóvenes que tengan una expresión muy marcada para prevenir la formación de arrugas en reposo en el futuro y para suavizar las facciones. En el lugar indicado y en su justa medida, los resultados son muy naturales.
¿Qué necesito saber sobre este tratamiento?
- No es perjudicial para la salud, muy raramente produce alergias.
- Es un procedimiento mínimamente invasivo y prácticamente indoloro.
- Se puede realizar en cualquier época del año.
- El día del tratamiento puede haber leve dolor (sobre todo de cabeza) que mejora con hielo local y antiinflamatorios.
- Se puede producir algún pequeño hematoma que desaparece a los días y que es posible maquillar.
- Se puede acudir a trabajar de manera habitual, no requiere “baja laboral”.
- El efecto comienza a la semana y dura entre 4-6 meses aproximadamente.
- A veces es necesario realizar algún retoque a partir de la semana.