Las manchas faciales pueden aparecer por diferentes factores (solares, hormonales, genéticos, nutricionales…), por ello antes de realizar cualquier tratamiento, debemos realizar una exploración física y un diagnóstico del tipo de mancha (léntigo solar, hiperpigmentación post-inflamatoria, queratosis, nevus, melasma…).
Dependiendo del tipo de mancha, valoraremos cuál es el tratamiento más adecuado para aclararlas y unificar el tono de la piel, como por ejemplo es el láser (IPL, ResurFX…), el peeling químico (TCA, salicílico, ácido glicólico, láctico, pirúvico…), bisturí plasma u otros, en combinación con pautas de tratamiento despigmentante tópico domiciliario para obtener un mejor resultado.
Habitualmente tratamos cara, cuello, escote y manos y las manchas van desapareciendo progresivamente, dando paso a una piel mucho más homogénea.