LA OBESIDAD INFANTIL INCREMENTA EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS
Nos encontramos ante una situación global paradójica, en cuanto a la alimentación infantil se refiere: ambos extremos han aumentado. Mientras la obesidad infantil se multiplica por 10 en las últimas décadas, al mismo tiempo los índices de desnutrición y bajo peso son llamativamente altos.
Para ser exactos, en el periodo comprendido entre el año 1975 y el año 2016, la obesidad infantil femenina ha pasado de 5 millones de casos a 50 millones; en el sexo masculino, en el mismo periodo de tiempo, los casos de obesidad han pasado a ser 74 millones frente a 6 millones en el año 1975.
¿Se trata de una problemática global? En efecto, “las tasas de obesidad infantil y adolescente han aumentado significativamente en las últimas cuatro décadas en la mayoría de los países del mundo” afirma Jame Bentham, de la Universidad de Kent en Reino Unido.
Concretamente en España, en el periodo de tiempo anterior, se ha experimentado un aumento del 6% en el caso de las niñas y un 9% en el de los niños, habiendo más casos de obesidad en este último colectivo según las investigaciones de la OMS.
A consecuencia de lo anterior, la obesidad infantil se ha convertido en una preocupación global, ya que puede ser la causa de numerosas enfermedades crónicas. Además, una vez se desarrolla esta enfermedad en fases tempranas, la tendencia más común es que continúe a lo largo de la vida y desencadenar diferentes afecciones a todos los niveles como ictus, problemas cardiovasculares o infartos.
Por tanto, la Educación Alimentaria y Nutricional cobra una gran importancia en estos tiempos, ya que una buena instrucción en edades tempranas, tanto en Centros Educativos como en los propios hogares, puede ser la mejor “medicina” para esta enfermedad, incorporando hábitos alimentarios saludables a la rutina diaria.
Dr. Arturo Isturitz