La mesoterapia es una técnica rápida, cómoda y sencilla. Consiste en la aplicación de medicamentos y sustancias inyectados de manera intradérmica (a menos de 4 mm de la superficie de la piel) y su capacidad para la liberación progresiva de dichos componentes. La mesoterapia capilar contiene principalmente micronutrientes (aminoácidos, vitaminas, minerales, etc) y factores de crecimiento (similares a los humanos) que mejoran el estado del folículo piloso, y ayudan al cabello a mantenerse más fuerte y sano.
En cuanto a la eficacia de la mesoterapia capilar, dependerá de la patología a tratar: en las patologías agudas o los estados iniciales de procesos crónicos tiene una mayor efectividad
respecto a los procesos crónicos o avanzados. Así mismo, es trascendental la calidad de los productos que se utilizan en este procedimiento para el resultado final.
¿Por qué es importante un correcto diagnóstico capilar?
La mesoterapia se puede emplear como tratamiento capilar único o en combinación con otras terapias, en función de la patología o problema que se quiere tratar. En los casos de los efluvios más agudos (post-embarazo, lactancia, estacional, ansiedad…) tiene un papel más protagonista, aunque de manera habitual se utiliza como un coadyuvante del tratamiento de la caída del cabello. Por ello, es fundamental realizar correctamente un diagnóstico previo y elegir adecuadamente al paciente a quien se va a aplicar este tratamiento.
El resultado final y la satisfacción del paciente dependerán en gran medida de este diagnóstico inicial así como de otros factores, siendo uno de los más determinantes el tipo de alopecia que se está tratando en cada caso (androgenética, efluvio, carencial…etc). Por ejemplo, en los efluvios agudos o alopecias en fases iniciales, la aplicación de un tratamiento de mesoterapia capilar tendrá efectos parecidos a los que se obtienen con otras soluciones como la utilización del plasma rico en plaquetas (PRP), es decir, se producirá una estimulación de los folículos pilosos que se encuentran en fase de reposo (telógena), fomentando, por un lado, que éstos entren en la fase de actividad (anágena o de crecimiento) y, por otro, haciendo que los que ya se encuentran en esta fase activa mejoren su calidad, volviéndose más fuertes y resistentes.
La genética personal de cada paciente también influirá en la respuesta al tratamiento y su eficacia. Los factores hereditarios son de suma importancia en las patologías capilares. Por este motivo, tras la aplicación de la mesoterapia capilar, existen pacientes en los cuales se observan una respuesta muy buena mientras que hay otros en los que la respuesta puede ser menos satisfactoria.
¿Cuántas sesiones necesito?
Respecto a los resultados a largo plazo y al número de sesiones necesarias, depende principalmente de la patología de base que se esté tratando. Es decir, un efluvio agudo post-traumático (por ejemplo, después de un embarazo) puede tratarse y superarse satisfactoriamente con un único protocolo. Sin embargo, en patologías crónicas en las que se ha obtenido un resultado satisfactorio con la aplicación de la mesoterapia, se pueden plantear tratamientos semestrales o anuales de mantenimiento, según las necesidades concretas y la evolución del paciente.
Otra situación en la que la mesoterapia capilar puede resultar de gran utilidad es en los casos de las personas que se han sometido a una intervención de microinjerto o trasplante capilar, a quienes se les puede hacer sesiones anuales de este tratamiento.