Es un abordaje integral del paciente, donde realizamos un diagnóstico facial inicial para valorar la anatomía, envejecimiento y necesidades de cada persona. A continuación, elaboramos un plan personalizado combinando diferentes técnicas no invasivas, para remodelar, rejuvenecer, armonizar y embellecer el rostro. Dichos procedimientos se realizan de manera ambulatoria sin necesidad de cirugía ni baja laboral.

¿Qué beneficios tiene el Full Face o Total Face?

Al ser un tratamiento personalizado, los beneficios pueden variar dependiendo de la fisionomía, necesidades específicas de la persona y de los procedimientos aplicados en cada caso. Entre sus posibles beneficios destacamos:

• Inducción de la producción de colágeno
• Unificación del tono y mejoría de la calidad de la piel
• Disminución de arrugas de expresión y surcos
• Reposición de la pérdida de volumen
• Mejoría del tono y de la flacidez
• Definición de ángulos, contornos faciales y arco mandibular
• Armonización del rostro
• Aumento e hidratación labial
• Mejoría de pigmentación y surco de ojeras
• Rinomodelación

¿Cuánto duran los efectos del Full Face?

En general, la duración de los resultados suele ser un año aproximadamente, aunque puede variar dependiendo de diversos factores como son las zonas tratadas, los productos utilizados, la edad del paciente, la actividad física que realice, los hábitos tóxicos o la exposición solar entre otros.

Dichos tratamientos generan una “huella estética” en el rostro, por lo que progresivamente podemos conseguir mejorar la calidad de piel si realizamos un mantenimiento anual adecuado.