La rinomodelación es un tratamiento médico-estético que se realiza con ácido hialurónico u otros materiales reabsorbibles con el objetivo de modificar la forma de la nariz y corregir diversas imperfecciones, sin necesidad de recurrir a la cirugía plástica (rinoplastia). Mediante esta técnica es posible realizar un remodelaje del contorno nasal, como por ejemplo, corregir la giba o el cabellete, elevar la punta nasal, corregir el ancho de las alas de la nariz, o mejorar la apariciencia del tabique desviado, entre otras.
A diferencia de la rinoplastia, la rinomodelación no es una intervención quirúrgica, por lo que no conlleva postoperatorio y prácticamente no es dolorosa gracias a la anestesia local administrada. Es un procedimiento rápido y eficaz, que no requiere hospitalización, y con resultados inmediatos, que duran aproximadamente un año o más, hasta que el producto se reabsorbe. La rinomodelación tiene fines estéticos y no estaría indicada para tratar problemas funcionales de la nariz, como por ejemplo, la desviación del tabique nasal.
En los días posteriores al procedimiento, es posible que exista algo de inflamación y enrojecimiento leve de la zona, por lo que el uso de antiinflamatorios puede ser útil. Durante las siguientes 48 horas al procedimiento, se recomienda dormir hacia arriba, no realizar esfuerzos físicos extremos ni el uso de gafas.